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lunes, 1 de agosto de 2016

Capítulos 60, 61, 62 y 63

Capítulo 60

Todos nos reunimos de nuevo. Jake y Neldrey traen gran cantidad de frutos: hay tres enormes óvalos de color azul brillante, decenas de pequeñas bayas de formas y tonalidades variadas. Algunas setas moradas, blancas y marrones y, por último, ramilletes de unas flores de tallo grueso y pétalos rojos como la sangre. Por increíble que parezca, todo es comestible y delicioso. Flair trae tres aves negras ensartadas en sus flechas. El último en llegar es Ishtral, aparece de entre la maleza con nuestras cantimploras rebosantes de agua. Al menos, no moriremos de hambre.
Comemos no muy rápido. Disfrutando del sabor de todo aquello y de la mutua compañía. Todos estamos felices de que Rothian vuelva a estar con nosotros, aunque no sea igual a la que dejamos atrás y no me refiero solo a su físico. Sus ojos, tras la máscara, se han vuelto más fríos que el hielo, apagados y más oscuros. Solo se dulcifican un poco al hablar con Flair. Aunque claro, yo no soy la más indicada para juzgar los cambios de los demás. Me he convertido en mi peor pesadilla y, lo que es peor, eso no me ha quitado las ganas de vengar a Pete. Si tuviera en este mismo instante a aquel maldito arquero delante, estoy segura de que lo mataría lentamente, torturando su cuerpo y alma... aunque eso significara caer por completo al abismo y transformarme en la muñeca podrida del arácnido que me persigue. Un destello anaranjado recorre mis pupilas mientras mis labios se ensanchan en una sonrisa morbosa.
Vuelvo a centrarme en mis compañeros.
Neldrey le da consejos de belleza a Rothian:
-No hace falta tener una cara bonita para echar un buen...
-¡Neldrey!- corta la princesa escandalizada. Sus modales exquisitos contrastan con la frescura y falta de pudor de la rubia. Es realmente divertido verlas. Rothian está un poco incómoda cuando Neldrey habla de sexo, belleza, hombres. Por el contrario, la joven de cabellos de oro se aburre mortalmente cuando mi amiga le habla sobre la caballerosidad, un largo cortejo de un hombre hacia su enamorada, largas cartas de amor y perfumes.
-Es mucho más fácil que eso. ¿Cartas de amor? ¡vaya tontería! Es un mero formalismo patético y aburrido. El preludio del sexo. Da igual un príncipe o un posadero. Un noble o un vagabundo. Todos buscan lo mismo. Solo que unos lo consiguen más rápido que otros. Además, si me preguntas a mí, atendiendo a mi experiencia, te digo que he tenido entre las piernas a jornaleros y a duques remilgados y puedo asegurar que ambos usan igual su... “juguetito”.-declara Neldrey con una sonora carcajada a la que pronto se une la de Rothian.
Flair debate con Ishtral del tema: ¿armas de fuego o arco y flechas? Me agrada ver cómo el sargento se revuelve ante los argumentos del otro hombre. Me quedo embobada mirando sus ojos de oro. A veces tan cálidos, brillantes y puros. Otras veces oscuros, turbios y marcados por el dolor. También pienso en su media sonrisa sarcástica y la forma en la que me hace enfadar. Aunque también es el único que sabe hacerme sentir libre de esta maldición.
La Lyx de la que estoy enamorado es ésta que está mirándome como si no mereciera un ápice de cariño. La que está aquí temblando de miedo y la que va a sacar fuerzas de donde no le quedan para vencer a esa maldita araña.”
La Lyx de la que estoy enamorado...” vuelvo a repetir en mi mente.
Al recordar sus palabras, el calor sube a mis mejillas. Aparto la vista y mi mirada se cruza con la de Jake. Me observa en silencio. Desde pequeños es como si existiera una conexión telepática entre nosotros.
-Es él, ¿verdad? Ya es hora de que me rinda, ¿no, Lyx?-parece decirme con sus ojos color plata rotos por el dolor. Asiento mientras dejo escapar una única lágrima. Él me sonríe con tristeza. Siempre lo ha sabido, solo que nunca lo había aceptado. Hasta hoy.

Capítulo 61

Reemprendemos la marcha. Flair anuncia que, al ritmo que vamos, nos quedan unos cuatro días para salir de este bosque eterno. Ante nuestras caras de alivio, la voz de éste se torna grave para decirnos:
-No estéis tan contentos. Este bosque es un paraíso comparado con la Montaña de los Olvidados.
-¿Montaña de los Olvidados? Vaya nombre... -añade Jake.
-No es un nombre muy poético pero la describe a la perfección. Muy pocos son los que salen de los túneles que la recorren. La mayoría de los que entran mueren allí. Es un laberinto natural. Una trampa.
-¿Y es el único camino para llegar a La Capital?- pregunta Rothian.
-No, podemos subir la Montaña o rodearla. Los comerciantes (como yo), conocemos varias rutas alternativas a esos túneles. Claro que un desvío así hará que nos retrasemos casi un mes.
-¡¿Un mes!?- grito. No puedo esperar un mes más sabiendo que el asesino de mi hermano está libre, feliz y satisfecho, como una sanguijuela henchida de sangre. Blood toca mi hombro.
-Iremos por los túneles.- dice Ishtral con voz grave pero segura. Todos asentimos y Flair sonríe.
-Suponía que diríais eso. No sé quién está más loco, si vosotros por escoger una muerte casi segura, o yo por guiaros a ella.

Siguiéndonos a una distancia prudencial.

Por fin. La princesa Rothian al fin se ha unido a ellos. No pienso volver a perderlos. Me ha costado más de lo que pensaba encontrarlos tras la emboscada de esos chavales con dardos. Esta noche, cuando duerman, me llevaré a la Princesa. El resto no importa. Que se pudran en Pryon, especialmente ese arrogante sargento. Querido sargento Blood, se acabó ser el mejor de los dos. No soporto ver cómo todos se arremolinan a tu alrededor mientras yo siempre quedo envuelto por las sombras. Siempre ha sido así, desde pequeños. Ya es hora de que sea yo, por una vez, el que brille.” Piensa Shadow mientras lame sus delgados labios con una lengua larga y blancuzca.

Capítulo 62

Continuamos nuestro camino en fila, de dos en dos. Encabezando la marcha van Flair y Rothian. “Me parece que a mi amiga le atrae de Flair algo más que su bonita voz” pienso divertida. Veo al chico hacer aspavientos con las manos y dibujar una de sus más encantadoras y atractivas sonrisas mientras ella se ríe disimuladamente, contenida. Tras ellos, a unos cuantos pasos de distancia va Neldrey agarrada al fuerte brazo de Jake. Al final vamos Ishtral y yo. Vamos en silencio, pero no es incómodo. Es agradable no hablar, no hacer nada y, aún así, sentirme reconfortada por la proximidad de él. Entonces veo cómo Jake, sutilmente, mira hacia atrás para cruzarse con mis ojos y los del sargento. Ya no hay odio ni resentimiento en la mirada de mi amigo. Ahora es limpia y clara aunque un poco triste.
-Ya ha aceptado que nunca vais a ser más que simples amigos.-me dice Ishtral cuando Jake vuelve a centrarse en la historia que Neldrey le está contando.
-Sí...
-No estés triste. Se le pasará con el tiempo y, aunque siempre me he metido con él, admito que es mucho más fuerte de lo que él mismo cree.
-Oh, ¿estoy oyendo al grandioso Ishtral hacerle un cumplido a un simple mortal como Jake?
-No te pases o...
-¿O qué, valiente?
Me lanza una mirada provocativa cargada de segundas intenciones y contesta:
-Mejor no me retes, creo que disfrutaría demasiado...
Vuelvo a sentir calor subir y bajar por mi cuerpo pero simplemente giro la cabeza balbuceando palabras sin sentido.

Mientras tanto, Flair y Rothian

-¿Sabes? en Pryon se decía que la belleza de la princesa de Arala era irreal. Un auténtico ángel.
-Habladurías. Además, tampoco es que lo sienta demasiado. Únicamente he cambiado encanto por fuerza. Seré una Reina. Puedo estar desfigurada pero necesitaré el poder necesario para controlar mi país y no dejar que nada perturbe su paz.
-Eres... increíble. Ésa es la palabra. Tu fortaleza y ambición. Tu seguridad en ti misma y la capacidad que tienes para tomar decisiones que odias por el bien de los demás. Te admiro, mi querida princesa.
Bajo la máscara de oro, la piel dañada de Rothian se tiñe de rojo y siente un escalofrío recorrer su columna acompañado de una dulce sonrisa que Flair no puede ver.
-Bueno, tú también. Vas a arriesgar tu vida y la de tu hermana por ayudarnos.
-Por ayudarte- dice recalcando el “te”-. No sé, creo que quiero que consigas tus objetivos. ¿Te parece extraño?
-Esto... yo... no sé. Supongo que no es muy normal dado que apenas me conoces.-dice tímida.
-Eso no me importa. Quiero protegerte. No te separes de mí en esos túneles, ¿vale?
Ese comentario inocente y protector cala hasta el fondo en el corazón de la princesa. Aunque asiente, para sí piensa: “No necesito que me proteja... pero tampoco me desagrada la idea de estar con él...”
Por el contrario, contrastando con la dulce y amable sonrisa de Flair, su mente es fría como un témpano y dura como una roca:
Patético. Cuatro palabras bonitas y ya está enamorada. Tan fácil que aburre. Aunque, por el bien de la misión, tendré que aguantar a este monstruo despellejado hasta que lleguemos a La Capital. Una mujer ciega de amor es mucho más fácil de manejar”.

Capítulo 63

Tras un largo día de travesía atravesando mares de vegetación pegajosa que se nos adhiere a las piernas haciendo que caigamos una y otra vez, decidimos parar al abrigo de la luna. Vamos a empezar a comer cuando una especie de neblina rosada comienza a cercarnos sin que nos demos cuenta. Lentamente, como miles de culebras reptando, el círculo comienza a estrecharse. Neldrey es la primera en darse cuenta, lanzando un grito de estupefacción. En cuestión de segundos, nos vemos envueltos en una burbuja de gas rosa. Jake comienza a toser mientras envuelve con sus brazos la cabeza de Neldrey en un intento inútil de que la chica no respire ese asfixiante aire. Nos juntamos todos para intentar defendernos de aquello que se nos viene encima. Siento como esa bruma se cuelga de mis cuerdas vocales, dejándome muda y con un sabor vomitivo en la boca. Las fosas nasales me queman. Siento mi cuerpo paralizarse presa de unos calambres bastante dolorosos. Jake cae al suelo, siempre protegiendo la cara de la rubia, que dibuja con sus labios un lamento que su garganta envenenada no puede reproducir. Rothian empieza a golpearse la cara. No puede quitarse la máscara. Esta extraña niebla ha adherido su piel, aún en proceso de cicatrización, al oro que la recubre. Mi amiga debe de estar sintiendo un dolor y escozor inhumano. Intento ir hacia ella pero un relámpago de dolor estalla en mis órganos y siento mi corazón reventar. Caigo al suelo prácticamente muerta, babeando y con los ojos desorbitados. A mi alrededor, Flair e Ishtral intentan usar sus armas sin éxito. Tienen los ojos rojos y llorosos. El sargento tiene las manos agarrotadas en torno al gatillo de su arma y Flair es incapaz de tensar el arco habiéndose cortado las manos con la punta de una flecha tratando de defendernos. Todos, agónicos, estamos indefensos ante el hombre que sale de entre la niebla protegido por una máscara que le tapa la boca y nariz. Un brillo purpúreo demasiado conocido para Ishtral le hace revolverse en el suelo y soltar un bufido intentando encontrar la voz.
-Oh, querido sargento Blood, veo que te acuerdas de mí.

Otro balbuceo incomprensible. Le duele hablar y moverse pero veo un destello de furia en sus ojos. Me fijo en el extraño. Pálido como la luna, enfundado en una capa oscura, su pelo negro como el carbón va a juego con el púrpura de sus ojos. Su figura parece frágil pero, a la vez, extremadamente poderosa. Él en sí es como el cuadro de un paisaje nocturno, donde reinan los tonos fríos y... las sombras.

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