Vago
entre nebulosas de colores, perdida y sin querer ser
encontrada.
Buscando algo que nunca existió, o sí lo hizo, pero murió sin avisar.
Nado entre recuerdos tuyos, míos, de nadie y de todos.
Buceando en un bazar de sueños rotos y poemas no natos.
Buscando algo que nunca existió, o sí lo hizo, pero murió sin avisar.
Nado entre recuerdos tuyos, míos, de nadie y de todos.
Buceando en un bazar de sueños rotos y poemas no natos.
Necesito
la lámpara mágica que desencadene a mi genio salvador.
La alfombra hechizada que me lleve a ver el mundo desde otros ojos, desde otro tiempo.
Los cuentos de hadas se me quedaron pequeños, mis propias alas se quedaron cortas.
El pasado ardió y ahora solo quedamos mi boca agrietada y yo.
Me dejé la voz suplicando y, ¿para qué?
La alfombra hechizada que me lleve a ver el mundo desde otros ojos, desde otro tiempo.
Los cuentos de hadas se me quedaron pequeños, mis propias alas se quedaron cortas.
El pasado ardió y ahora solo quedamos mi boca agrietada y yo.
Me dejé la voz suplicando y, ¿para qué?
¿Para
salvarme?
¿Para
salvarte a ti?
¿Para
morir de tristeza entre sábanas sucias y flores secas?
Me quedé dormida, y aquí me he despertado.
En este bazar lleno de cachivaches inútiles y extraños, de esperanza embotellada, para dar un sorbo, sólo probar.
Hay luna llena y velas que no prenden, hay vino tinto y olor a salitre, a olas que vienen y van y arrastran la voz de sirenas dormidas.
En el bazar de las mil y una maravillas hay poemarios anónimos y cuadros jamás pintados, jamás imaginados.
Me quedé dormida, y aquí me he despertado.
En este bazar lleno de cachivaches inútiles y extraños, de esperanza embotellada, para dar un sorbo, sólo probar.
Hay luna llena y velas que no prenden, hay vino tinto y olor a salitre, a olas que vienen y van y arrastran la voz de sirenas dormidas.
En el bazar de las mil y una maravillas hay poemarios anónimos y cuadros jamás pintados, jamás imaginados.
Olvidados.
Está incluso mi corazón deshilachado en una esquina, esperando su turno para pasar a reparación.
Ahí fue donde encontré estos versos...
Está incluso mi corazón deshilachado en una esquina, esperando su turno para pasar a reparación.
Ahí fue donde encontré estos versos...
Pero
supongo que es hora de despertar.
Buenas
noches, mi bazar de sueños y encantos, hasta que nos volvamos a
necesitar.