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jueves, 25 de agosto de 2016

Capítulos 86, 87, 88 y 89

Capítulo 86

Oigo un ruido en la noche, entreabro los ojos y me parece ver a Flair besando uno de los rizos de miel de Rothian. Es un gesto tierno que me hace pensar que quizá, y solo quizá, tengamos éxito en nuestra empresa. Aprieto mi pecho y pienso en Pete. Voy a matar a ese arquero. Rothian va a conseguir, aunque sea de manera temporal, un acuerdo de paz. Neldrey va a hacer que Jake la ame y, cuando todo acabe, le debo una respuesta a Ishtral. Me giro en el diván y me vuelvo a entregar a los brazos de Morfeo.

Neldrey me despierta, ya están todos levantados y hablando sobre posibles estrategias, formas de entrar al Castillo y de obtener nuestros objetivos.
-Buenos días Lyx. Ten, come algo, madame nos ha conseguido unos panecillos.
-Pensé que aquí la gente moría de hambre.
-Exacto, la gente. Yo que tú no incluiría a madame en ese colectivo.
No entiendo bien la explicación de mi amiga pero el rugir de mi estómago me hace echar a un lado cualquier duda y comerme el manjar que Neldrey me ofrece.
Pasamos varias horas hablando sobre posibles planes. Jake propone una revuelta, algún tipo de distracción de manera que Ishtral, Rothian y yo pudiéramos traspasar las murallas. Me niego a ello. No voy a dejar a nadie atrás. Más opciones son dichas y todas rechazadas por alguno de nosotros. Me extraña que Flair se mantenga en silencio. Él es un hombre brillante. La mayoría de sus ideas son endiabladamente astutas. Voy a preguntarle cuando Neldrey interviene.
-Tengo un plan.
-Adelante.- digo animando a mi amiga.
Ella exhala un largo suspiro, se muerde levemente el labio inferior y comienza a hablar:
-Voy a ofrecer mis servicios esta noche a un noble.
-¿¡QUÉ!?-decimos todos a la vez. No vamos a dejar que nuestra amiga venda su cuerpo otra vez. Prometió abandonar esa vida.
-Escuchadme...
-No. No voy a permitirlo. No voy a dejar que otro te toque.- dice amargamente Jake
-Bueno, agradezco tus intenciones pero no eres quién para permitirme hacer algo o no. Sobre mi vida y mi cuerpo decido únicamente yo, ¿entendido?- responde la chica.
Mi amigo farfulla algo incomprensible y Neldrey nos expone su plan.
-Tranquilos, no tengo intención de acostarme de nuevo con un hombre por dinero. Solo voy a decirle a la madame que me busque algún noble. Si yo entro puedo ayudaros a pasar. He ejercido mi profesión muchos años en esta maldita ciudad. Sé cómo entrar y salir de los distintos niveles sin levantar sospechas. Por ello, esta noche, cuando deba de ir a trabajar, os ayudaré a pasar inadvertidos, puedo disfrazar a Lyx y a Rothian de prostitutas y vosotros podéis ser... bueno, chicos de compañía; los hombres no son los únicos que buscan esta clase de diversión, ¿sabéis? Una vez dentro, vosotros debéis encontrar trajes de criados y luego esconderos cerca de la mansión en la que me habrá citado mi cliente. Le dejaré inconsciente y robaré su llave. Luego...
-Espera, ¿llave?-pregunta Rothian interrumpiendo a Neldrey.
-Los nobles poseen unos medallones con el escudo de Pryon. Si ellos o sus criados quieren pasar por la muralla que protege el castillo de Su Majestad deben mostrar el colgante, la “llave”-. Explica Flair hablando por primera vez en toda la mañana.
-Exacto- continúa su hermana-. Cuando tenga su llave nos disfrazaremos de sus lacayos e iremos hacia la muralla. Podremos pasar sin problemas. Diremos que nuestro señor nos ha enviado a traer un regalo para Su Alteza.
-¿No será sospechoso que entreguemos un regalo en plena noche?
-Sí, pero no tendremos demasiado tiempo hasta que encuentren el cuerpo de mi cliente. No tenemos alternativa. Diremos que traemos un excelente licor que le han regalado esa misma noche a nuestro señor y que deseaba compartir tal exquisitez con el Rey. Ojalá sea creíble porque si no, no sé qué vamos a hacer...
Si funciona, estaremos dentro del Castillo y podremos intentar acercarnos. Ése sería un buen momento para que Rothian revele su identidad.
-¿Y no sería más fácil simplemente exigir audiencia con el Rey? Quiero decir, ella es la Princesa, no se le puede negar, ¿no?
-No, Jake, no se le puede negar, pero daríamos tiempo al Rey a pensar y prefiero contar con el factor sorpresa. Si nos capturan, el plan B sí que será que Rothian confiese quién es en realidad y seremos llevados ante Su Majestad. ¿Alguna objeción?
Todos agachamos la cabeza pensativos.
-¿Estás segura, Neldrey?- pregunta Ishtral con sus ojos dorados fijos en los de la rubia. Ésta asiente y el sargento afirma estar de acuerdo con el plan. Pronto Rothian, Flair y yo también cedemos.
-Yo no. No quiero que tengas que volver a... ya sabes. Te trae malos recuerdos.
La joven sonríe dulcemente y besa a Jake. Supongo que Neldrey no solo me ha contado a mí su primera experiencia en este prostíbulo.
-Bueno, recuerda cómo te conocí a ti... tranquilo cariño, soy fuerte. Además, tú me estarás esperando fuera ansioso por volver a ver mis hermosos ojos del color de la primavera, mis labios rojos como rubíes, mi cabello de oro...
La chica estaba dramatizando y haciendo gestos extravagantes para intentar relajar a Jake. Él acaba riéndose.
-No se te puede negar nada, ¿eh?
-No.
-De acuerdo, ve a hablar con madame.

Capítulo 87

Esa mañana, a primera hora, en el Castillo del Rey de Pryon.

El Rey está desayunando junto con el Príncipe Drake cuando un sirviente entra.
-Majestad, la Reina de Arala desea hablar con usted.
-En realidad no dije “deseo”, sino “exijo”. Exijo hablar con el Rey.-La belleza de la Reina aralia inunda de luz el enorme salón. El Príncipe se queda absorto contemplando la heterocromía de la hermosa monarca. Arrebujado junto a la falda de la mujer hay un hombrecillo doblado sobre sí mismo atado con una correa. El hijo del Rey lo mira por encima del hombro con esa expresión petulante que siempre baila en su cara.
-Oh, mi querida Reina, su presencia es tan deliciosa que me pasaría el día observando su rostro.
-Déjese de cortesía hipócrita y devuélvame a mi hija.
El Rey enarca las cejas inocentemente.
-¿Su hija, Majestad?
-No se haga el inocente. Sé que ella vino aquí a pactar la paz.
-La verdad es que recibí noticias sobre unos aralios infiltrados hace varias semanas pero... ningún extranjero ha entrado en La Capital. Al menos, no tengo noticias de ello y creo que los guardias de la Muralla Exterior me informarían de un suceso tan extraordinario como la presencia de la Princesa.
Miente” piensa la Reina.
-No voy a irme sin Rothian.
-Pero por supuesto que no, Majestad. Usted es mi invitada de honor. Puede permanecer aquí el tiempo que estiméis oportuno. Soy su fiel servidor. Además, mi hijo estará interesado en hablar con esa joven y bella Princesa, ¿no es así, Drake?
-Sí, padre. Para mí sería un honor poder conocer a la Princesa Rothian.
La Reina arde de cólera, sabe que el Rey esconde algo, que trama algo que tiene que ver con su hija pero se traga la amarga furia y compone una sonrisa tan falsa como hermosa.
-Me alegra su cortesía, Su Alteza. Acepto su invitación. Me quedaré todo lo que sea necesario hasta ver a mi pequeña.
-¡Sirviente! Ordene que preparen una habitación del ala sur, la que tenga mejores vistas, Su Majestad va a pasar un tiempo con nosotros.
Entonces, el Rey dirige su mirada al ser de ojos desorbitados que babea como un perro apaleado junto a la mujer.
-Y prepare otra habitación junto a los establos para ese... hombre.
-No. Shadow es mi más fiel vasallo. Lo quiero cerca. Y también a mi escolta.
-Por supuesto, Majestad- asegura el Rey y mira a su lacayo-. Prepara la habitación contigua a la de Su Majestad. Allí dormirá su querido bufón. Y prepara también alguna estancia cercana para su pequeña comitiva.
La Reina, asqueada por la sola visión de esos hombres, sigue al sirviente hasta su habitación seguida de cerca por el obediente Shadow.
-Padre, ¿está seguro de ésto? Está previsto que Flair Maldow nos ofrezca a la Princesa esta noche.
-Exacto, por eso te necesito, Drake. Yo mantendré ocupada a la Reina. Tu deberás ocuparte de la princesita y de Flair. ¿Serás capaz? Siempre has odiado a ese joven, desde que te venció de pequeño solo con una espada de madera.
El Príncipe se ruboriza de vergüenza y rencor.
-Claro que seré capaz. Es más, será mi venganza porque, padre, no va a darle la libertad ni a él ni a la zorra de su hermana, ¿no?
-No. Cuando muera la dulce Rothian, me desharé del resto de aralios y de esos asquerosos bastardos. La Reina se enfurecerá y le declarará la guerra a nuestro país. Arala es un lugar pacífico y aburrido. Sus gentes son felices y rebeldes. Yo puedo manejar a todos y cada uno de mis súbditos. Están aterrados. El miedo es la base de cualquier gobierno. En cuanto nuestros países entren en guerra, estaré un paso más cerca de hacerme con ese estúpido reino y pronto expandiré mi Imperio.
Ambos, padre e hijo, brindan borrachos de sueños de grandeza empapados en sangre.

Capítulo 88

Neldrey va a hablar con la madame para pedirle que le asigne a un cliente. Ella dice que podemos confiar en esa mujer. Todos nos hemos quedado bastante impresionados, ya sabíamos que la actitud infantil y caprichosa era solo una parte de nuestra amiga pero la verdad es que asombra lo brillante que puede llegar a ser.
-Necesito despejarme y de paso recordar las calles en las que nací- dice Flair-. Rothian, ¿vienes? Ya que puede que te cases con ese estúpido príncipe, al menos sabrás cuál es la realidad tras la muralla de plata y las cortinas de satén.
Flair se muestra un tanto hosco pero Rothian asiente rápidamente.
-Esperad, voy con vosotros- digo recolocándome la blusa.
-Lyx, no es personal, pero es posible que en cuestión de un par de días pierda a Rothian por el Príncipe Drake y... me gustaría estar a solas con ella. yo... bueno... ella y yo...
-Vale, tranquilo. Te entiendo. No tardéis, Rothian y su máscara no pasan muy desapercibidos y no me fío.
-No tardaremos mucho.- me asegura la princesa.

Rothian y Flair

La Princesa se agarra al brazo del joven. Está asustada y tremendamente afectada por la pobreza imperante en todos y cada uno de los rincones de la ciudad. “Un pozo oscuro”, “agujero de ratas”, “infierno”. Así lo habían llamado sus compañeros. Para ella es peor que todo eso. No hay palabras para describirlo.
-Tranquila. Estoy seguro de que cuando tú seas Reina traerás luz a este pequeño mundo.
-Cuando yo sea Reina tú no estarás a mi lado.
-Bueno, quizá cuando tu principito no esté en casa...
Ambos sonríen y giran un callejón. Caminan un par de calles en silencio.
-Mi hogar.
-¿Aquí?
Él asiente frente a una casa que tiene por tejado una tela raída, cuyos muros son de risa y está inundada de cucarachas y ratones. “Hogar, dulce hogar” dice él con amarga ironía. Ambos entran tras espantar a las alimañas que por allí correteaban. Se sientan sobre una alfombra polvorienta y hablan de una infinidad de cosas que no tienen que ver con ellos, ni con el posible matrimonio de Rothian, ni con el viaje, ni con la despedida. Hablan del sol de Arala, de cómo se refleja en los edificios más oscuros que una noche sin luna. Hablan del aire con olor a verano y de los árboles del color del vino.
-Ojalá pudiera ir.- dice él.
-Ven. Yo pienso esperarte, Flair.- bajo la máscara le brillan los ojos.
Él se acerca a ella y apoya su frente contra la de la princesa. Se miran sin decirse nada para confesárselo todo. El joven posa sus manos a ambos lados de la máscara de ella y comienza a quitársela.
-¡No! Para. Si me miras sin ésto vas a acabar herido. No quiero hacerte daño. Lo siento...-dice ella dejando una escasa distancia entre ambos.
Él vuelve a eliminar esos centímetros de separación.
-No vas a hacerme daño, Rothian.
-Pero... No puedo controlarlo, como mucho limitar el daño, pero siempre voy a dejar malherido a todo aquel que observe la piel desnuda de mi cara.
-No vas a hacerme daño.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Porque no quieres hacerme daño y confío en ti.
-Flair, por favor, para- susurra ella.
-No puedo. Me arriesgaré, Princesa.
Él, poco a poco, va quitando la máscara aún sabiendo que no va a salir indemne. La chica está inmóvil pero con las manos crispadas sobre su regazo. Con un sonido metálico, cae al suelo dejando a la vista el rostro desfigurado. Ahora, ella es como un poema quemado o como un hermoso cuadro destrozado. Un ángel deforme.
Flair ni siquiera parpadea, simplemente alza las manos para secar las lágrimas de la chica. Al rozar sus pómulos, un pequeño derrame le aparece en el ojo. Rothian, con un grito intenta separarlo y buscar su máscara. Flair aprisiona sus manos y la besa. Jamás un beso dolió tanto ni fue tan hermoso. El corazón de ella renace y el de él muere para siempre en un solo roce momentáneo.

Capítulo 89

Rothian y Flair

Ella se pone la máscara.
-Tienes sangre fría para besar a un monstruo sin cara, ¿eh?- intenta parecer despreocupada pero no lo consigue. Su voz tiembla como las hojas de los árboles cuando sopla el viento.
-Eres perfecta. Quizá a veces un poco cruel pero nada que no pueda soportar.
Él se lleva las delgadas manos de la joven a los labios y las besa.
-Gracias...-Es solo un susurro que ni siquiera sale de los labios, sino del alma de la chica. Algo en su interior ha roto las cadenas y ha vomitado todas sus inseguridades. Flair es todo lo que ella necesitaba para volver a sentirse bien. Para coser su corazón deshilachado.
-Rothian... quizá no sea el momento adecuado pero...
-¿Qué sucede?
-Bueno... tengo otro plan para entrar. Creo que puede ser más efectivo que el de Neldrey y no hay que robar trajes ni dejar inconsciente a ningún ricachón pervertido.
-¡Genial! Cuando volvamos se lo decimos al resto, vamos.-Ella se levanta pero Flair la toma de la muñeca y la vuelve a sentar a su lado mientras acaricia su cabello rizado.
-Ése es el problema... Los demás no pueden venir.
-Explícate.- su voz se torna más grave.
-A las doce habrá un cambio de guardia en la muralla. Si somos solo nosotros dos no tendremos problemas para entrar. A la una también sucederá lo mismo en el muro plateado que rodea el Castillo. Una vez dentro tú podrás revelar tu identidad y tener audiencia con el Rey. Sé que los demás no estarán de acuerdo pero tú debes ir, eres la Princesa, y solo te podemos guiar Neldrey o yo y, sinceramente, quiero ser yo. Prometí protegerte y pienso cumplirlo hasta el final. Una vez hayas hablado con el Rey podrás permitir al resto que entren sin tener que disfrazarse... Creo que es lo mejor. Rothian, mi amor, solo pienso en una forma de entrar en la que no arriesgues demasiado tu vida... ¿Qué opinas?
Ella permanece pensativa unos minutos que a Flair le parecen eternos. Si no acepta no podrá seguir las órdenes ni cumplir con éxito su misión. Le duele pero debe hacerlo.
-De acuerdo. Tienes razón, tu plan es mejor. El problema es que si se lo decimos a los demás se negarán.
-Cerca de la entrada de La Capital crecen unas flores cuyas raíces tienen efecto soporífero. Dormirán unas horas. Las suficientes para que nosotros ya estemos cerca del Castillo.
-Vayamos a por esas plantas.
Se levantan y él camina por delante de la joven. Cuando tienen varias de ellas, las meten en una bolsita dentro de la enorme capa del joven y vuelven al prostíbulo. Antes de girar la esquina, Rothian le agarra el brazo.
-Por si no tengo otra oportunidad de decírtelo... Gracias. Gracias Flair. Te quiero.
Él sonríe y la abraza mientras le susurra que él también. Aún así, cuando entierra su cara entre los bucles de la chica , compone una expresión tan dolorosa que pareciera que están estrangulando su corazón.


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