Mi pequeña Alicia, que comience el juego.
El cerco se estrecha y la noche se abalanza.
Que gire la ruleta.
Juguemos a adivinar quién morirá esta noche.
Que grite el silencio y callen las palabras.
Que el mundo se caiga rodando por entre las galaxias.
Que el desorden de mi mente se escurra por mis ojos y te atrape.
Que los pájaros aúllen y el sol se apague.
Alicia,
dulce chiquilla.
Mi cielo es violeta como los ojos de Morfeo.
La luna es un trozo roto de cristal, un arañazo, la sonrisa de un gato.
Corre, salta, huye como el pequeño conejo que teme a la reina sanguinaria.
El final de la carrera es la nada y llegamos tarde al té.
El maestro de ceremonias es un loco con un sombrero y hay que cazar la merienda.
Alicia, niña tonta, ¿es que no ves que en mi realidad nada es verdad? ¿que mis marionetas juegan a ser de piel y carne?
Alicia, ángel iluso, ¿es que no ves el encanto de la magia negra y de los duendes?
Ahora que estás perdida, que no sabes aunar las palabras...
Ahora que has olvidado leer, respirar, vivir...
Ahora, mi pequeña loca, bienvenida al País de las Maravillas.
Mi cielo es violeta como los ojos de Morfeo.
La luna es un trozo roto de cristal, un arañazo, la sonrisa de un gato.
Corre, salta, huye como el pequeño conejo que teme a la reina sanguinaria.
El final de la carrera es la nada y llegamos tarde al té.
El maestro de ceremonias es un loco con un sombrero y hay que cazar la merienda.
Alicia, niña tonta, ¿es que no ves que en mi realidad nada es verdad? ¿que mis marionetas juegan a ser de piel y carne?
Alicia, ángel iluso, ¿es que no ves el encanto de la magia negra y de los duendes?
Ahora que estás perdida, que no sabes aunar las palabras...
Ahora que has olvidado leer, respirar, vivir...
Ahora, mi pequeña loca, bienvenida al País de las Maravillas.