Somos
un enjambre de sombras.
Solos en la multitud,
perdidos frente al huracán.
Somos un mar de cartas anónimas y noches de usar y tirar.
Reinas de un solo corazón que late y se rompe, que late y muere.
Somos eco de la nada,
el único copo de nieve en la ventisca.
Solos, solos, solos.
Vivimos en una sociedad de luz y apariencia.
En un mundo en el que desconocidos aparentan ser amantes.
Vivimos en un mundo de cigarros de una sola calada, café amargo y lamento de piano.
Vivimos entre flores sin olor, entre libros que arden gritando de dolor, entre besos sin nombre ni sabor.
Solos, solos, solos.
Siendo, en un mundo deslumbrante, un enjambre de sombras.
Solos en la multitud,
perdidos frente al huracán.
Somos un mar de cartas anónimas y noches de usar y tirar.
Reinas de un solo corazón que late y se rompe, que late y muere.
Somos eco de la nada,
el único copo de nieve en la ventisca.
Solos, solos, solos.
Vivimos en una sociedad de luz y apariencia.
En un mundo en el que desconocidos aparentan ser amantes.
Vivimos en un mundo de cigarros de una sola calada, café amargo y lamento de piano.
Vivimos entre flores sin olor, entre libros que arden gritando de dolor, entre besos sin nombre ni sabor.
Solos, solos, solos.
Siendo, en un mundo deslumbrante, un enjambre de sombras.
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