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lunes, 8 de agosto de 2016

Capítulos 68, 69, 70, 71 y 72

Capítulo 68

Desde hace dos días estamos notando que el paisaje está sufriendo un cambio. Los densos mares de hierba que nos llegaban por el pecho van reduciéndose hasta que solo queda una leve cubierta herbácea que baña la tierra, que se ha vuelto mucho más estéril. La perenne humedad ha dado paso a un aire sofocante y seco. Los árboles, cada vez más pequeños y espaciados entre sí, se han vuelto pequeños arbustos ridículos cada muchos metros. Antes la superficie era totalmente llana, ahora hay una cuesta, una pendiente cada vez más pronunciada.
Al fin, llegamos a una llanura yerma. Una extensión de nada. Y frente a nosotros, la falda de una montaña gigantesca, tan inmensa que parece fruto de la imaginación. Simplemente imposible de describir. Nadie en su sano juicio hubiera aceptado que semejante accidente geográfico existiese. Por eso Flair nos dijo que un desvío nos tomaría un mes. Yo incluso creo que más. Ahora sí que no hay duda, debemos atravesar la montaña por los túneles de donde nadie sale.

-Bienvenidos a la Montaña de los Olvidados, ¿preparados para convertiros en uno más que añadir a la lista de “Olvidados”?-dice Flair con desparpajo.
Neldrey se acerca al pecho de Jake, que la acoge dulcemente. Ya no la separa de él con brusquedad. Creo que ha aprendido a apreciarla. Yo, por mi parte, quiero acercarme a Ishtral y que me diga que no nos va a pasar nada, pero soy demasiado orgullosa para ello. No quiero que sepa que tengo miedo.
-Vamos a estar bien.
La voz a mi espalda me sobresalta. “Estúpido sargento” pienso.
-No estoy asustada.
-Claro que no, era solo por si acaso- comenta Ishtral-. Además, no podemos morir aquí, cuando acabe todo ésto me debes una respuesta.
-¿Una respuesta?
-¿Tan rápido has olvidado mi confesión? Me estás haciendo mucho daño, Reina de los bajos fondos de Arala.
-Haz un esfuerzo y deja de decir tonterías. Vamos.-digo cortante mientras él se ríe a mis espaldas. Me conoce lo suficientemente bien como para saber que le he hablado así porque me ha puesto nerviosa.
Estamos todos enfrente de un enorme agujero negro excavado en la pared de la Montaña. Ante nosotros se extiende la entrada a una trampa mortal: perderse bajo un número absurdo de kilómetros de roca. Todos dudamos un poco, nos da miedo dar el paso. Bueno, siendo sinceros, yo fui la primera que quiso venir a Pryon. Los que están aquí han venido por mí. Decido que yo debo ser la primera en entrar, me deshago de los dedos de Ishtral que sostienen mi mano temblorosa y me adentro en la oscuridad. El siguiente en entrar es el sargento y luego los demás. Flair les da a Neldrey y a Blood unas pequeñas lámparas para alumbrar el camino; junto con la que él mismo lleva, tenemos tres focos de luz. Ese hombre no para de sorprenderme con la ingente cantidad de artilugios que lleva en esa enorme capa. El aire se hace más pesado y opresivo. Me da un poco de claustrofobia pensar en la Montaña que se alza impasible sobre nosotros. Comenzamos a andar.

Capítulo 69

No sé que día es ni cuánto tiempo ha pasado desde que entramos aquí. Flair no se equivocaba al decir que ésto era un laberinto. He perdido la cuenta de las veces que hemos subido, bajado, girado a derecha y a izquierda. He olvidado cuántas veces nos hemos visto obligados a escoger un túnel de entre las múltiples opciones que esta maldita montaña nos ofrecía. A veces el terreno era arcilloso y los pies se nos quedaban estancados en charcos de lodo. Otras veces las rocas eran tan puntiagudas que un paso en falso suponía morir ensartado. A veces corría un riachuelo de agua asquerosa que bebíamos como si fuera un manjar divino. Es desesperante. Hemos dado vueltas sin parar y sin siquiera acercarnos a una salida. Los montones de huesos humanos que nos encontramos cada diez pasos tampoco es que sean muy alentadores. Es como si desde las cuencas vacías y roídas me miraran diciéndome: “Vas a ser olvidada y engullida por la Montaña”. Me aterra pensar en morir aquí como esos pobres desgraciados.
-Tengo tanta hambre... hermanito, ¿no queda nada?
-Lo siento, Neldrey- dice dulcemente Flair-. Las bayas que nos hemos comido son las últimas reservas que nos quedaban. Ahora sí que estamos solos. Debemos de encontrar una salida pronto.
De repente, una luz se funde.
-Genial. Me he quedado sin lámpara. Flair, enciende la tuya.
La primera luz que encendimos fue la de Ishtral, que se fundió. Ahora también la de Neldrey. Solo nos queda la de Flair.

Seguimos andando sin hablar mucho, no sé si por no gastar fuerzas o porque nadie sabe qué decir.
-Vale, otra vez- la voz de Flair resuena extraña, supongo que cualquier sonido en este escenario sepulcral está fuera de lugar-. Tenemos que escoger entre tres caminos. ¿Cuál?
-Vamos por el de la izquierda.- dice Rothian.
-¿Por qué?-pregunto.
-Porque hace tiempo que no vamos por la izquierda.
-Oh, lógica aplastante.
-¿Te parece que en este cementerio mal llamado Montaña puede existir otro tipo de lógica?
-Dioses... no tengo ganas de discutir. Vayamos por donde usted ordene, Princesa.
-Lyx, estás insoportable desde lo de Shadow.
-Te pasaste, Rothian. Lo peor es que ni siquiera te das cuenta de ello.
-Bueno, supongo que soy fuerte.
-La palabra es desalmada.
-Increíble.
-¿Qué?
-Siempre supe que estás celosa de mí.
-¿Te has tomado alguna de las setitas raras que hemos visto, Princesa?
-Puedes ser todo lo irónica que quieras, pero sabes que tengo razón. Yo soy una princesa, bendecida con un futuro brillante y una fortaleza única. Quizá mi belleza ya no sea la de antes, pero eso me ha hecho ver cuán débil era mi corazón. Solo le he puesto una coraza. En cambio tú... una pobre huérfana que no tiene donde caerse muerta, que se autodenomina “Reina”, que le ha roto el corazón al estúpido de su amigo, que se ha convertido en el entretenimiento barato de un sargento y que por mejor amiga tiene a una burda prostituta. Es normal que descargues tu ira conmigo. Soy todo lo que alguna vez deseaste ser.

¿Qué sarta de estupideces acabo de oír? Me decepciona tanto que ni siquiera sé qué contestar. Simplemente ahora me doy cuenta de que mi amiga Rothian se quedó en casa de Kitz. Ojalá algún día pueda recuperarla porque esta mujer cruel y de lengua venenosa no es mi Rothian. Con una mirada que dice más que mil palabras, tomo el camino de la derecha seguida por el sargento, Jake y Neldrey. Flair y Rothian toman el camino de la izquierda.

Capítulo 70

Por el camino de la izquierda, Flair y Rothian.

-¿Pero qué le pasa a esa chica? Si no quiere escuchar la verdad que no me tire de la lengua. Si sufre es su culpa.
-La verdad es que has sido un poco mezquina, ¿qué ha sido eso de “ Yo soy una princesa, bendecida con un futuro brillante y una fortaleza única”?
-Eso... bueno...
-Rothian, mi querida princesa, sé sincera contigo misma.
-Eso ha sido una tontería. Ni siquiera pienso lo que dije. Es solo que este sitio me hace estar enfadada constantemente y Lyx es capaz de sacarme de quicio. Bueno, eso ya no es problema, ahora supongo que me odia.
-Supones bien.
-¡Flair!
-¿Qué?
-Se supone que debes consolarme.
-¿Por qué? ¿me consideras uno de tus vasallos cuya obligación es hacerte sentir bien pase lo que pase? Porque si crees eso estás muy equivocada. Te adoro y no te he dicho nada y ahora me doy cuenta de que ése ha sido mi error. Desde lo de Shadow, salvo conmigo, con los demás te has vuelto fría e imposible de tratar. Altanera y creída. Manipuladora, incluso.
-¿Me adoras?
-¿En serio eso es lo único que sacas en claro de todo lo que te he dicho, princesa egocéntrica?
-¡No! Sé que soy una terrible persona pero es que no sé como actuar, no sé qué decir. Yo también tengo miedo de mí misma. De los pocos escrúpulos que tuve para dejar medio muerto a Shadow. Además, ellos me conocieron antes de volverme... así. No soy capaz de afrontarlos.
-Se te da bien hacerte la víctima, princesa.
-Flair cómo puedes ser tan cruel, te estoy diciendo lo que de verdad siento y el motivo por el cual actúo así y tú solo te dedicas a hacerme más daño. Te odio.
-Mentirosa. Ni tú me odias ni yo a ti. Todo lo contrario. Es solo que no quiero que vayas por el camino fácil: culpar de todo a tu deformidad y lo desgraciada que eres por ello. Afronta a tus amigos. Afronta a Lyx. Te perdonará. Ella también estaba más susceptible de la cuenta por estar aquí encerrada.
-Gracias, Flair... yo... yo te quie...
Flair atrae hacia sí a la chica, tapando su boca con su pecho. No quiere oírlo. No cuando él la está engañando.
-Mi querida princesa, ahora no es el momento, cuando todo acabe, te prometo que te diré lo que siento. Es una promesa.
Ella, por respuesta, pasa sus brazos por la espalda del joven, reconfortada por su calor y sus palabras. Flair siempre la comprende.

Capítulo 71

Por el camino de la derecha

-Os lo dije. Esa chica es un demonio, es mala y solo sabe hacer daño. Yo no la conocí antes de llevar esa máscara y no sé como era. Lo único que sé es que ahora... ya no es vuestra amiga. Ni siquiera sé qué ve mi hermano en ella...
-Vamos Neldrey, nosotros sí que la conocimos y era como una estrella, como el lucero. Desprendía una luz pura en todo lo que hacía y decía. Además, no sabemos si lo que sucedió la ha cambiado para siempre o ésto es solo un estado transitorio.- comenta Jake defendiendo a la princesa.
-Cariño, a veces no sé si eres bueno o simplemente tonto. Aunque... eso es parte de tu atractivo.- la voz seductora de Neldrey roba una sonrisa tímida a mi amigo.
-Vamos, se acabó hablar de ella. Nos hemos separado, para bien o para mal. Centrémonos en buscar la salida.- la dura voz de Ishtral hace que la rubia asienta decidida a salir de este gigante de rocas.
-Y tú- me susurra el sargento al oído-. Deja de torturarte. Rothian volverá a la normalidad. Te necesito concentrada. Tú también tienes que luchar contra... ya sabes.
-Sí. No voy a volver a dejar que me posea.

Seguimos vagando por un sinfín de pasadizos lúgubres y a oscuras. Flair se llevó con Rothian la última lámpara. No obstante, nuestros ojos se han acostumbrado en cierto modo a la total oscuridad. Somos incapaces de orientarnos, pero al menos no nos chocamos contra las paredes como murciélagos borrachos.
¿Habrán pasado minutos?, ¿horas? Es realmente frustrante no poder controlar el paso del tiempo. Como siempre, me siento como si estuviera perdida en una inmensa ratonera. No obstante, el aire parece hacerse más fresco y el túnel, ensancharse. “¿Acaso al fin estamos cerca de la salida?” pienso con un asomo de esperanza en los ojos.
Aceleramos el paso sin darnos cuenta , una especie de débil luz se abre ante nosotros. Corremos, ansiosos de saborear la brisa, de sentir el sol pálido de Pryon y de beber agua fresca. Una lástima que no fuera la salida.
Aparecemos en una amplia extensión de tierra. Bordeando las paredes de roca hay una especie de planta trepadora violácea desde donde, misteriosamente, sale una luz un tanto tétrica. Las flores son sumamente bellas, semejante esplendor oculto es un crimen. Solo por estar cerca de esas plantas, siento mi pesada alma mucho más ligera. Quiero saltar, volar y acariciar los pétalos aterciopelados.
-Me alegro de que nos reencontremos. ¿Qué tal el paseo?
La voz de Flair, endulzada por el ambiente, nos alegra; especialmente a Neldrey que se lanza a los brazos de su hermano. Miro a Rothian y ésta me devuelve una mirada tímida y arrepentida. Me acerco a ella y le tiendo la mano.
-Olvidemos lo que ha pasado. Es esta estúpida montaña la que nos hace decir lo que no queremos. ¿Paz?
Ella sonríe con sus ojos y rechaza mi mano para darme un cálido abrazo. Para ser sincera, aún no confío del todo en ella pero es mejor tenerla cerca y controlada que lejos y carcomida por el odio.

Capítulo 72

Flair apaga la lámpara para ahorrar energía. En esta especie de enorme explanada, la luz que emiten las flores es suficiente. Al parecer, los tres túneles sobre los que discutimos dirigen al mismo sitio: aquí. Rothian y yo nos enfadamos por nada. No obstante, no vemos ninguna salida; solo enormes paredes cubiertas por una pátina de tallos y ramilletes florales.
-¿No me digas que tenemos que volver por donde hemos venido? Ésto es un callejón sin salida. - La voz de Neldrey suena un tanto derrotada aunque intenta disimularlo.
-Yo no estaría tan segura- le contesto-. Mirad allí arriba, entre las plantas. En la pared hay un túnel excavado. Solo uno. Por primera vez desde que entramos aquí creo que vamos por el buen camino.
-De acuerdo, entonces trepemos. Parece que los tallos son lo suficientemente resistentes como para aguantar nuestro peso.- dice Jake tirando de las aparentemente débiles ramas.
Cuando mi amigo empieza a encaramarse en la red vegetal, roza con su mano derecha uno de los pétalos dando lugar a una vertiginosa reacción en cadena: todas las flores liberan una nube de polen que llueve, amarillo como el sol, sobre nosotros. En cuanto mis amigos lo respiran caen desplomados al suelo, con los ojos abiertos y totalmente en blanco. Me acerco asustada hacia ellos, tomo en brazos la cabeza de Ishtral: está profundamente dormido. Uno por uno, reviso a todos mis compañeros y están en el mismo estado que el sargento. Sus pupilas se mueven rápidamente de derecha a izquierda, sudan y susurran palabras que no entiendo. ¿Acaso están... soñando? Y si es así, ¿por qué a mí no me afecta?
Los recuesto a todos juntos y me siento a su lado. Agarro la mano de Neldrey, que ha empezado a llorar. Ojalá pudiera ayudarlos...
-Oh querida, ojalá pudieras, ¿verdad? Qué pena que no haya nada que puedas hacer.- la vieja vuelve a mostrarse en todo su asqueroso esplendor frente a mí.
-Déjame en paz.
-Mi adorada creación, eres muy brusca conmigo.
La miro con un odio para nada contenido.
-¿Acaso no te interesa saber qué les sucede?
-¿Lo sabes?- le pregunto desconfiada.
-Sí.
-Pues dímelo de una vez maldita araña.
-Cariño, lo primero que haré cuando te vuelvas toda mía será enseñarte modales.
-Más te vale hablar.- digo envolviendo mis puños y pies en llamas. Sin darme cuenta he aprendido a controlar mi poder lo suficiente como para no volverme loca por invocar unas cuantas flamas.
-Oh, estás aprendiendo a purificar los poderes que yo te di sin dejar que te controle. Qué suculenta pieza he creado. ¿Sabes?, me siento especialmente orgullosa de ti, mi pequeña. Como premio, te diré lo que les ocurre.
Reabsorbo el fuego pero se queda latente bajo mi piel. No soporto el tono bromista y petulante con el que me habla. Soy su juguete.
-Ilusiones.
-¿Qué?
-El polen de esas flores es un somnífero que causa alucinaciones. Ahora mismo, tus amigos están viviendo sus peores pesadillas y solo si son capaces de vencerlas, de sacar fuerza para sobreponerse a ellas, despertarán. Si se dejan aplastar por el miedo, dormirán para siempre bajo La Montaña. Tú de entre todos estos débiles humanos sabes lo difícil que es resistirse a tus propios demonios.
-¿Por qué no me ha afectado a mí?
-Eres inmune. Mis ilusiones son mucho más poderosas que estas ridículas plantas. Tu cerebro ni siquiera se siente confuso porque te tengo acostumbrada a otro nivel. De nada, por cierto.

La miro con los ojos muy abiertos. ¿En serio? ¿Me tortura en cuerpo y alma y encima he de agradecérselo? La ira me corroe por dentro y las venas me piden a gritos liberar el calor que me abrasa y, a su vez, me hace sentir viva. Mis ojos se vuelven naranjas y de mis dedos salen unos relámpagos dirigidos a la anciana. Ésta desaparece dejando tras de sí un eco de risotadas estridentes y una advertencia: “enfádate cuanto quieras, querida. Lo único que puedes hacer es esperar a que tus amigos despierten y... mantenerlos a salvo” 

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